Principales características de un guardaespaldas

Al escuchar la palabra guardaespaldas nos imaginamos a una persona, normalmente de sexo masculino, alto, fornido y rudo.

Y claro que estas características son un tanto indispensables, pero, existen aspectos aún más importantes que pueden determinar si alguien está completamente calificado para el puesto de guardia personal.

 Alguien interesado en desempeñarse como guardaespaldas debe tener un nivel alto en valores, sobre todo, le debe transmitir seguridad y confianza a quien lo contrate ya que su vida está en sus manos porque todo puede terminar mal en un abrir y cerrar de ojos.

Los vicios de cualquier tipo no deben ser parte de la vida del guardia porque esto afectará en gran medida su desempeño ya que la mente del guardaespaldas debe estar alerta y libre de distracciones para reaccionar ante cualquier situación de peligro. Deberá quedar totalmente prohibido el consumo de alcohol, nicotina, narcóticos o drogas.

Su historial policial debe estar limpio. No debe haber participado en actos delictivos o criminales.

Las características principales de un guardaespaldas deben ser la paciencia para evitar actuar impulsivamente, detallista, observador, precavido, adelantarse a las acciones del exterior y buena memoria. Debe estar al tanto de todo lo que sucede a su alrededor, por más mínimo que sea.

Su productividad no se debe mermar después de largas jornadas de trabajo.

Es indispensable que conozca técnicas de defensa sin armas y que esté familiarizado con el uso de estas; debe estar actualizado en temas de seguridad como alarmas, sensores, CCTV, entre otros y conocer técnicas de tiro.

Tener educación y conceptos básicos de etiqueta, son puntos indispensables en los guardias privados ya que en muchas ocasiones se verán envueltos en ambientes de alto nivel socioeconómico; es posible que asista a fiestas y eventos frecuentados por personajes de la vida diaria como celebridades, políticos, socialités, entre otros, donde deberá demostrar que además de poder defender a quien requiere de sus servicios, puede destacarse en el ámbito cultural.

Muchos problemas a los que se enfrentarán se pueden resolver con diplomacia y con un acuerdo hablado, sin la necesidad de llegar a la defensa física.

Las actitudes que deben predominar en cualquier situación son la reserva, discreción y auto control. Mantenerse al margen de la vida privada del protegido es una obligación. Los datos o información que se llegue a escuchar son totalmente confidencial. Además, se debe permanecer fuera del ojo público; lejos de las fotografías, videos, etc.

Otra cualidad de un guardia preparado y profesional, es saber trabajar en equipo ya que las personas que verdaderamente necesitan protección suelen contratar a más de un guardaespaldas. La diferencia entre un excelente guardia y un excelente guardaespaldas radica en la capacidad de planear y adelantarse a los problemas.