Entender la génesis de la seguridad privada, pasa necesariamente por comprender el desarrollo de las civilizaciones alrededor del mundo, estas, en algunos casos encuentran mecanismos suficientemente efectivos para contener los índices delictivos, pero en otros, se ven impedidas dando origen a formas de corrupción y con ello el nacimiento de servicios de protección de bienes de diversa índole.
Sea cual sea la causa que motive el crecimiento y expansión de la seguridad privada alrededor del mundo, no quedan dudas que en lo que va del Siglo XXI esta forma de protección resulta cada vez más solicitada, en primer lugar por la desconfianza que existe hacia las autoridades de los Estados, y en segundo lugar porque son servicios pagados en forma directa con cierta cantidad de garantías, dando con ello una cierta tranquilidad a los ciudadanos en relación a la protección de sus bienes y demás valores.
Este es precisamente el caso de la seguridad privada en el transporte de valores, un mecanismo que aunque muy pocos le pongan el detalle, cada vez se muestra más amplio debido al incremento de asaltos principalmente a las instituciones bancarias, que sienten la necesidad de buscar mecanismos que garanticen el traslado de las remesas de un lugar a otro, con la mayor prudencia pero también protección posible. Así, es como el mercado se ha visto copado de empresas que en algunos casos son bastante pequeñas pero se dedican a esta rama debido a lo lucrativo que resulta.
Ahora bien, ante este escenario cabe la pregunta de si el transporte de valores en todo el mundo presenta iguales características, y la respuesta es que no, en primera instancia porque su desarrollo dentro del sector privado ha dependido y depende en gran medida de la efectividad de los Estados, en segundo lugar porque depende de las políticas económicas existentes, y en tercer lugar por las legislaciones y los marcos regulatorios de dichos servicios. A pesar de ello, no cabe duda que la seguridad privada ha experimentado y sigue experimentando un incremento exponencial que sin duda, se muestra con su mejor rostro en las regiones más peligrosas del mundo, este es el caso de Suramérica, África, y algunas regiones de Asia.
Las formas de existencia, una seguridad muy particular que evoluciona
En sus múltiples concepciones, la seguridad privada ha ido creciendo en los albores del Siglo XXI, incursionando en ramas tan interesantes como la dotación y puesta en marcha de circuitos cerrados, la creación de sistemas de alarmas para hogares, empresas e industrias, y la sofisticación de armamentos para los servicios de vigilancia privada, sin embargo, se calcula que en la actualidad las regiones donde este tipo de servicios se encuentran más avanzados son paradójicamente las más peligrosas del mundo, siendo un caso especial América Latina y algunas regiones de Asia y Oriente Próximo.
Por esta razón, debe tenerse especial atención al momento de contratar los servicios en estas regiones, porque mas allá de buscar calidad de vida, debe buscarse un servicio que tenga trayectoria, que sepa los mecanismos delictivos existentes, pero sobre todo que goce de la versatilidad necesaria para poder adaptarse al mundo de hoy día.